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ACUERDO DE INTERCAMBIO CON ARGENTINA
Tal como lo informáramos en nuestra pasada edición, la Cámara Inmobiliaria Uruguaya y la Cámara Inmobiliaria de Colonia organizaron en nuestra ciudad una conferencia sobre «El desarrollo de la actividad inmobiliaria en el Uruguay, coyuntura actual y perspectivas de futuro en el marco de la nueva normativa». De ella participaron figuras representativas de todos los partidos políticos uruguayos. En esta segunda entrega, transcribimos las disertaciones del Presidente de la Unión Cívica Arq. Aldo Lamorte y del Presidente del Partido Independiente Dr. Pablo Mieres.
‘‘La Cancillería debe actuar con más profesionalidad en base a los intereses reales del país’’
El presidente de la Unión Cívica fue el primer orador en la oportunidad. Estos son algunos de los pasajes más salientes de su disertación, donde explicita de forma clara la posición de su partido respecto al Acuerdo de Intercambio de Información Tributaria con la República Argentina.
«Cuando nos plantearon el tema, lo que me resultó difícil de asimilar, era cómo encuadrar racionalmente que hoy estemos reunidos aquí, en medio de uno de los períodos más beneficiosos para el país y la región, y nos tengamos que poner a reflexionar , en medio de esta situación de bonanza, por el impacto a corto y mediano plazo en el sector por alguna de las medidas que se han tomado desde el gobierno, que ha demostrado en algunos casos una incapacidad para proteger y defender de manera eficaz los legítimos intereses del país, en particular de nuestro sector, frente al mundo y fundamentalmente frente a nuestros vecinos.
A la coyuntura actual, estamos llegando con un sector privado de la actividad inmobiliaria serio, maduro, con alta profesionalidad, capacitado para enfrentar un crecimiento de oportunidades. Un sector inmobiliario, que luego de años de esfuerzo y trabajo, se ganó la confianza de nuestra plaza interna y que venía ampliando el horizonte de esa confianza en el inversor extranjero.
Esa confianza que no se gana de un día para el otro, que cuesta, que hay que trabajarla, que no se hace espontáneamente. Por eso, donde las perspectivas de futuro que se tenían hace un año eran inmejorables, momentos donde uno visualizaba la posibilidad de capitalizar todos los esfuerzos, el momento preciso de dar un salto cuantitativo y posicionarnos en la región y alcanzar un posicionamiento internacional, en ese momento comienzan situaciones adversas con respecto con la Argentina, comienzan las trabas para las exportaciones, ha habido presiones políticas claras, y se empiezan a esbozar desde el Poder Ejecutivo, a partir de esas presiones políticas, normativas que iban a cambiar sustancialmente el camino que se venía recorriendo, generando incertidumbre, inquietud, por igual tanto en el sector inmobiliario como en los propios inversores extranjeros.
Esto, que eran solo anuncios de lo que iba a suceder, empieza a desalinear la inversión inmobiliaria fundamentalmente de los argentinos en el Uruguay, que ha sido un claro motor de una dinámica muy positiva para el desarrollo económico y social».
Para Lamorte, «se debe escuchar más al sector privado que tiene aportes para hacer, fácilmente se puede llegar a conocer que piensa nuestro sector privado. Ya que estamos con la voluntad de intercambiar información, intercambiar información con el sector privado podría hacerles fácilmente y tener así una óptica que genere una estrategia desde el propio sector y que represente realmente los intereses del país. La Cancillería debe actuar con más profesionalidad y con gente preparada para negociaciones, en base a los intereses reales del país y de acuerdo a una propia estrategia de nosotros los uruguayos y no de acuerdo a la agenda que día a día nos cambia la Argentina».
Según él, «todos estos temas no son menores, porque además la experiencia internacional demuestra que todos estos convenidos solo funcionan adecuadamente cuando ambos países realmente reciben y obtienen ventajas recíprocas. Actualmente, nos encontramos frente a tiempos que el gobierno quiere cumplir, que está acelerando en algunos casos, y nosotros entendemos que si realmente este acuerdo ya firmado por el Uruguay, y que está para el tratamiento, se refrenda por el Parlamento uruguayo, estamos haciendo las consultas con asesores por fuera del partido, porque realmente entendemos que si no se hace algo y no estamos proactivos con esta situación, donde perdemos soberanía, donde se pierde la oportunidad para el Uruguay, el firmarlo será algo negativo y estamos viendo la posibilidad de generar un referéndum para derogar la ley por la cual se ratifica el tratado. Nos parece que más allá de lo político como uruguayos, el pueblo uruguayo tiene la soberanía, tiene la posibilidad de tomar decisiones soberanas y no estar dependiendo de una agenda que no nos corresponde a nosotros».
‘‘Yo le reclamo al gobierno uruguayo una acción más digna
y la oportunidad del ejercicio de la dignidad es ésta’’
A su turno, el presidente del Partido Independiente dejó claro que si bien apoya el proceso de transparencia que lleva adelante el gobierno uruguayo en atención a los nuevos requerimientos de los organismos internacionales, el acuerdo firmado con la República Argentina no se puede ratificar porque del otro lado no hay en el gobierno de la Dra. Fernández de Kirchner ni credibilidad y mucho menos respeto para con el Uruguay.
«En este período de gobierno se comenzó dando señales públicas fuertes en cuanto a la estabilidad de las reglas de juego. Se emitieron señales muy fuertes en cuanto que el marco general de las políticas y de las normativas no iba a ser modificado. Sin embargo, durante el año pasado comenzaron señales fuertemente contradictorias. El buque insignia de ese quiebre de la estabilidad fue el impuesto a la tierra, pero en definitiva no solo eso sino que empezaron a haber señales de preocupación, al punto de que hoy uno de los problemas que el Uruguay tiene para continuar en la senda de crecimiento, además de ciertas circunstancias de contexto, es fundamentalmente un problema de confianza.
Empieza a haber en los actores económicos, en los que tienen en definitiva su poder de decisión en materia de inversión, dudas, interrogantes, preguntas e incertidumbres. Lo decía el otro día, en el marco del cierre de la Expo Prado 2012, el presidente de la Asociación Rural del Uruguay. Acá lo que debe haber es un conjunto de señales claras, desde el ejercicio del gobierno que permitan restaurar y profundizar una imagen de confianza que como todos saben es un componente subjetivo pero indispensable que se tiene que sumar a las condiciones objetivas que Uruguay afortunadamente tiene desde hace unos años y que por suerte todavía siguen siendo las condiciones objetivas.
No estropeemos las condiciones subjetivas para afectar la plataforma de desarrollo del país y del crecimiento.
Y esto no significa que nosotros estemos en contra, y lo quiero decir con claridad, de un proceso que el Uruguay debía necesariamente transitar en el sentido de dar garantías de transparencia de adecuación de la normativa ante el mundo, de la OCDE y de otros organismos internacionales, a partir de estas circunstancias que todos supimos cuando en el 2009 se nos marcó como uno de los paraísos fiscales en el mundo y quedó claro que había que tomar decisiones que de alguna forma el Uruguay pudiera revertir una circunstancia desfavorable. Por eso, el proceso que se ha seguido, en términos de aprobación de tratados de intercambio con terceros países es compartible. Y ha logrado, entre otras cosas, salir de la lista gris, ha logrado dar pasos en las fases de reconocimiento de la OCDE y estas cosas y creo que deben ser valoradas positivamente. El problema, y yo diría la clave de la discusión que tenemos, es el paso que se va a dar con respecto al tratado de intercambio de información tributaria con Argentina. Ahí es donde yo creo que está el gran problema que afecta las posibilidades, que alteran sustancialmente, las condiciones con respecto a las posibilidades de desarrollo del país.
¿Por qué al apuro?. ¿Por qué la necesidad de dar un paso definitorio en una situación en donde todos sabemos que este tratado es crucial?.
El tratado de intercambio de información tributaria con Argentina todos sabemos que es solo ventajas para un solo lado. Es un tema en que ha estado detrás el gobierno argentino desde hace años y que lo ha buscando de una u otra manera incluso metiéndonos trampas, como por ejemplo cuando el canciller uruguayo, a esta altura uno se pregunta por qué mete la pata tanto, salió a pegarle duro al presidente francés porque nos mencionó el año pasado, y después cuando supo que en realidad quienes le habían soplado al oído eran los argentinos, se calló la boca. El gobierno argentino, y yo digo siempre el gobierno argentino, que es una cosa bien distinta que decir los argentinos, o el pueblo argentino, el gobierno argentino hoy no tiene la más mínima credibilidad en el mundo. Recuerden hace 15 días, la Directora del Fondo Monetario Internacional, anunció que Argentina estaba con un pie afuera, con amarilla. Argentina hoy está en una situación de extrema debilidad en el concierto internacional, por lo cual para Uruguay es muy fácil, es extremadamente fácil explicar por qué no es posible cerrar el acuerdo de intercambio de información tributaria.
No es una contraparte creíble, no es una contraparte confiable, ha violado todos los tratados, incluso particularmente el tratado que nos vincula, el Tratado de Asunción, en primer lugar. Ha cometido una serie de agresiones gratuitas hacia nuestro país. Y podríamos hacer una lista larga, de restricciones comerciales, de restricciones de comercio. El freno, el bloqueo, el obstáculo permanente al proceso de dragado del Canal Martín García, que nadie puede dudar que es el resultado de que no hay voluntad política de parte del gobierno argentino, es el palo en la rueda permanentemente. Situación más cercana a este departamento en particular, el freno a las obras de ampliación de los muelles del puerto de Nueva Palmira, que están esperando hace dos años, y que el gobierno uruguayo ha actuado más realista que el rey interpretando de manera exagerada las posibilidades de que el gobierno argentino pueda cuestionar esas construcciones y las tranca cuando podría perfectamente haber avanzado en la construcción de esas obras que son muy importantes.
El corralito cambiario, la agresión permanente sobre el país de cara a la temporada turística, es decir, no hay una sola cosa, un solo gesto, un algo mínimo que le permita al gobierno uruguayo explicar por qué se actúa unilateralmente.
Y yo digo, el presidente de la República, con ese lenguaje campechano que tiene dice qué quiere que haga, que le meta el dedo en el ojo. Bueno, pero entre meterle el dedo en el ojo y bajar la mirada hay un larguísimo campo intermedio de posicionamientos posibles. Y yo le reclamo al gobierno uruguayo una acción más digna, y la oportunidad del ejercicio de la dignidad es esta, está en este tema, está en decirles no señor, miren, mientras no haya un cambio de actitud y no exista credibilidad del otro lado el Uruguay no va a ratificar un tratado en donde las posibilidades que existen de un mal uso de los contenidos, en un uso engañoso y tramposo del texto. Me consta que el ministerio ha querido blindar el texto para eliminar los impactos negativos, pero no hay vuelta, pero si del otro lado se pasan por arriba cualquier tratado, si el gobierno argentino le ha demostrado a sus propios conciudadanos que no le importa ninguna regla de juego, cómo vamos a firmar un acuerdo de estas características que nos va a impactar negativamente, que ya está generando impactos negativos con el freno de las inversiones inmobiliarias, con el freno de las oportunidades de inversión y de desarrollo en nuestro país, cómo vamos a dar el paso siguiente si del otro lado no hay la más mínima garantía.
En este punto podemos plantarnos firmes, tenemos la obligación de mantenernos firmes. Y la ratificación parlamentaria va a ser un día lamentable, va a ser un día de bajar nuevamente la cabeza ante un gobierno argentino que no nos respeta. Porque el telón de fondo es, y esto hay que recordarlo, es que el Uruguay está creciendo y ocupando un lugar en la región y nadie nos va a regalar nada, al gobierno argentino le molesta nuestro crecimiento».
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